jueves, 1 de diciembre de 2011

Miraba las estrellas y me acordaba de vos. Recién.
De todo lo poquito que somos. Lo grande que es el mantel en el que vivimos. Las vueltas que da el cielo cada día, y las vueltas que nos da a nosotros. Abrazados a él. Y yo doy vueltas cuando te abrazo, porque me hacés volar como un barrilete. Atado a los dedos. Desprendiendo los papeles de colores de las nubes con cada roce.

5 comentarios:

Thiago. dijo...

Debo decirte que es un tanto decepcionante (aunque ninguna sorpresa) que hayas recaído.

Vos sabés que nunca te compré el speech superado. Pero bueno, tené cuidado, es todo.

Para lo demás ya sos grande.

Kenny dijo...

Aww. El tristísimo resentimiento de los gorditos solitarios que tienen vida sólo en blogs, se ponen Thiago..y se llaman Juan.

Aguanten los giros insospechados de los barriletes. Yo tengo uno hermoso, y nunca te lo voy a prestar. ♥

Juan. dijo...

Me encanta como dejás un comentario y te responde cualquiera.

La cosa no era con vos pero ya entendí cómo funciona esto.

Joni, como siempre, la mejor, ojalá tus sentimientos te conduzcan a buen puerto.

(No me deja loggearme a blogger así que respondo así)

ŜhЄrezάđξ dijo...

No sé por que te leo y me gratifica, besostes y felicidades.

Anónimo dijo...

Te iba a decir que lo que escribis suena a una sensación hermosa.

Que extraño ver esto.
(Los comentarios)
¿Dónde me anoto para competir por un pedazo tuyo? Avisame.
Mentira. No competiria por algo asi.

Cuanto debo NO saber. Cuanto veo curioseando...