sábado, 21 de abril de 2012

Hola Doctor. ¿Qué tal? Le cuento: tengo calambres en el gemelo izquierdo. Vienen reiterándose desde hace tres o cuatro semanas. No llevo bien la cuenta. A veces me levanto por la madrugada con un dolor indescriptible. Como si estuvieran detonando una molotov directamente sobre mi pierna. Otras me sucede caminando. Cuando apoyo mal el pie. O cuando lo apoyo bien. A veces siento el dolor en la garganta. Supongo que es una suerte de proyección corporal propia de mi enfermedad.
A veces grito.
A veces espío celulares.
A veces me hago el boludo.
Casi siempre lo extraño.
Y se me lastima el esófago porque sé que estoy enfermo de algo que no puedo contagiar.
Y no puedo intentar que se enferme.
Quiero curarme doctor. Quiero volver a ser sanito y esperar sentado que vuelva de la casa de su mamá sin pensar si le pasó algo. Quiero poder dormirme a la noche sabiendo que anda solo por la calle, o acompañado en los boliches. Quiero dejar de tener el teléfono en la mano ansiando que me responda cuando sé que sólo carga crédito cuando necesita escribir algo.
Quiero que vuele sólo conmigo, doctor.
Quiero darle tiempo. Curarme a la vieja usanza. Poder caminar sin que duela.
Deje, ni me revise.
Lo mío no se perdona. Ya es tarde.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

te tardaste mucho en escribir pero es perfecto, saludos

Anónimo dijo...

te tardaste mucho en escribir pero es perfecto, saludos

Anónimo dijo...

te tardaste mucho en escribir pero es perfecto, saludos

Anónimo dijo...

te tardaste mucho en escribir pero es perfecto, saludos

Anónimo dijo...

te tardaste mucho en escribir pero es perfecto, saludos

Anónimo dijo...

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