jueves, 26 de abril de 2012

La sombra de las bicicletas a un costado parecían volarse con el viento que nos daba de lleno en la frente. Tu sonrisa se escapaba de la cara y hacía remolinos con la bufanda roja. Tus ojos pardos. Mis manos heladas. Las zapatillas enredándose en el pasto y el corazón cantando escondido. Me dijiste que no volvamos nunca. Que viajemos en bicicleta toda la vida. Me invadió tu perfume a sal y madera. Y ya no tuve miedo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

siempre me gustó leerte e imaginarme lo que describis.
Sabelo.

Abrazo lleno de verano Sr.

Estrellita dijo...

Sr. barrilete descubrí su blog hace poquito y ya lo leí casi todo... Es muy lindo como escribís... algunas cosas me resonaron más que otras...
La frase "respirar infancia es hermoso" es bellisima, el trabajo con niños es una de las cosas más lindas que pueden pasarnos....

....él al verme dijo: La extrañamos señorita!!!....
y siguió en su conversación...
Nosotros somos parte de un grupo de títeres.... (dijo señalando al conjunto...)
Y yo después de tanto tiempo entendí que ese era mi lugar....