soñé cosas raras anoche. soñé cosas que hacía mucho no soñaba.
estaba lejos. y había magia.
me doy cuenta que la virtualidad es una máscara horrenda.
me doy cuenta que no fui yo esos días. que fui solo un idiota embobado que creía en los mensajes de texto decorados y las conversaciones intrincadas. en sonrisas hechas de paréntesis y corazones que no latían.
me desperté sintiendo la textura de la sábana que colgaba del marco de la puerta y cumplía la difícil tarea de separar el comedor de tu pieza. ella estaba sentada en la cama. y no me acuerdo si sonreía mucho o poco. todo el ambiente olía raro. se sentía húmedo. húmedo y mágico. sabía donde estaba sin saberlo. sin haber estado nunca. y había sal y mar y viento. y nunca vi más allá de tus ojos. que no se animaban a verme.
nunca lo hacían.