me miró por la puerta entreabierta
y quiso llamarme despacio
(pero soy falto de oído)
debí derrumbar los castillos
de arena construidos por exquisitos piratas
(pero soy débil de manos)
sólo quería que elija su casa
y su guardarropas, y su monedero, y su teclado
"¡blando!"
me escupieron sus ojos
cuando clavaba mis dedos ensuciándome en su sangre
.
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